La Presidenta pronunció un acalorado y significativo discurso en conmemoración de los 200 años del nacimiento de la Patria.
Queridos compañeros mandatarios de los países de la América del Sur;
señores gobernadores y gobernadoras de las provincias argentinas;
legisladores y legisladoras; académicos; intelectuales; Madres;
Abuelas; organizaciones de Derechos Humanos; trabajadores; empresarios:
aquí estamos, 200 años después y creí que era una buena manera de
conmemorarlos en este escenario, en la inauguración de la Galería de
Patriotas Latinoamericanos, aquí en la Casa Rosada de Buenos Aires.
Aquí
están todos; están nuestras grandes victorias y también están algunos
fracasos amargos, pero sin los unos ni los otros, tal vez hoy no
estaríamos conmemorando, como lo estamos haciendo.
Yo quiero
contarles a mis amigos y colegas Jefes de Estado, que, cuando el pueblo
argentino me honró con su voto para ser Presidenta de todos los
argentinos, la celebración y la conmemoración de este Bicentenario, se
transformó para todos nosotros en casi una obsesión.
Es que el
otro, el primer Centenario, había sido llevado a cabo en un país en el
que se había declarado el estado de sitio, era un país en el que los
inmigrantes que habían venido de la vieja Europa a conseguir un trabajo
o un plato de comida, habían traído también las ideas del viejo mundo,
las nuevas ideas, anarquistas, socialistas y los festejos se debieron
hacer entonces en virtud de la represión, en virtud de la persecución,
Lula, -de esos dirigentes sindicales- un sindicalismo nuevo, incipiente
en la República Argentina, en medio de un estado de sitio.
Y por
esas cosas de la naturaleza también o de las ideas de querer siempre
desde aquí parecernos a Europa y no ser nosotros mismos, americanos,
latinoamericanos, habíamos traído como protagonista central de los
festejos a un miembro de la Casa Real de España. Con todo el respeto
que tenemos por todo, yo quería, en nombre de la historia de todos
estos hombres y mujeres que están en esta Galería, y que en los últimos
200 años abonaron con su vida, con su sangre, con sus ideales, una
América del Sur más democrática, con libertad pero para la igualdad;
quería y queríamos darnos los argentinos un Bicentenario diferente; un
Bicentenario popular, con el pueblo en las calles.
Hace apenas
27 años que tenemos una democracia continua en la República Argentina.
Todos los argentinos pueden expresarse libremente, y yo quiero
agradecerles el patriotismo, la alegría con que han festejado y están
festejando este Bicentenario de la República Argentina. (APLAUSOS)
Desde
el día viernes millones han salido a las calles a festejar, a reír, a
estar junto al otro, a compartir, y quería hacerlo además, acompañada
de los hombres que tienen responsabilidades de Estado en esta América
del Sur y que también con nuestras diversidades, nuestros matices,
nuestras identidades sabemos que el camino para nosotros es el mismo
camino que tomaron San Martín, Bolívar, O´Higgins, Artigas, José Martí,
que antes lo habían llevado a cabo los pueblos originarios, con mucha
valentía. (APLAUSOS)
Si uno Nos mirara a todos nosotros, verían
todos distintos orígenes, pero vería un solo objetivo: que sus pueblos,
que sus sociedades tengan más libertad, más igualdad, más equitativa
distribución de la riqueza, más educación, más salud.
Yo quiero
decirles, amigos y compañeros, que en estos 200 años que comienza hoy a
cumplir la Argentina y que van a venir otros Bicentenarios, hace poco
estuve yo festejándolo en Caracas, nuestros pueblos están mejor que
hace 100 años, pese a quien le pese, estamos mucho mejor que hace 100
años. (APLAUSOS)
Hace 100 años no existían los derechos
sociales; hace 100 años estaba prohibida y era casi un delito la
actividad sindical; hace 100 años, por lo menos aquí, no podíamos
elegir libre y democráticamente a nuestros gobernantes que recién lo
pudimos hacer a partir de la Ley Sáenz Peña donde se instauró el
sufragio obligatorio, universal y secreto.
Luego vinieron otras
historias que jalonaron todo el segundo siglo pero que sumadas, con
victorias y con tragedias, pudimos cumplir estos 200 años con la más
absoluta y profunda democracia de la que se tenga memoria, con libertad
y con el compromiso de un gobierno que hoy también, por esas
curiosidades de la historia, cumple años este proyecto que comenzó el
25 de mayo de 2003 y que hoy cumple exactamente siete años (APLAUSOS) y
que quiere comprometerse con todos los argentinos, cualquiera sea su
origen, su identidad, su pertenencia en el compromiso de defender los
intereses sagrados de la patria, como lo hicieron todos y cada uno de
los hombres y mujeres que integran esta Galería de Patriotas
Latinoamericanos. (APLAUSOS)
Seguramente, nos equivocamos;
seguramente, cometemos errores; seguramente, también, tenemos aciertos,
pero todos, aún aquellos que no están de acuerdo con nosotros, saben
que jamás tomaríamos una medida, una sola decisión en contra de los
intereses de la Nación y del pueblo, que son la misma cosa. (APLAUSOS)
Por
eso, hemos querido conmemorar y conmemorar es eso, no es solamente
festejar, no nos gustan solamente los fastos con brillos sin
contenidos. Creemos en la historia, creemos en la memoria, tenemos
nuestra identidad, tenemos pasión por la verdad, por la memoria, por la
justicia, pasión por la patria y, por eso, luego de inaugurar esta
Galería de Patriotas Latinoamericanos, los vamos a invitar a ir frente
a nuestro Cabildo, el mismo Cabildo en el cual hace 200 años, hombres y
mujeres se congregaron para preguntar de qué se trataba. Había muchos
que ya sabían de qué se trataba.
Nos cuestan visiones muchas
veces e historias edulcoradas de esas jornadas gloriosas. No fueron tan
pacíficas, no fueron consensuadas, fueron de hombres y mujeres, de un
Castelli, que furibundo ingresó a ese Cabildo el 22 de mayo a decir que
si no conformaban el gobierno patrio iban a venir con las armas y los
iban a venir a conformar ellos.
Es bueno conocer toda la
historia para saber que hay múltiples formas de dar batallas y ellos
tenían que dar esa batalla contra aquel colonialismo y siempre hay que
dar batallas, la vida es una asociación de pequeñas batallas, en
nuestras vidas cotidianas, en nuestra vida familiar, en nuestra vida
personal, de diferentes formas, obviamente, y por favor nadie diga
mañana que la Presidenta de la República Argentina está llamando a
alguna batalla, no, de ninguna manera. Tenemos hoy la fortaleza de ser
un país constituido, un país sujeto del Derecho Internacional y que
respeta el Derecho Internacional a rajatabla y lo vamos a seguir
haciendo porque se ha violado demasiadas veces en nuestro país la
Constitución, la libertad y la democracia y, en nombre de esa
violación, se cometieron otras peores. (APLAUSOS)
Por eso, yo
quiero finalizar agradeciendo la presencia de todos ustedes y, una vez
más, con la plenipotencia que me han dado todos los países de la
América del Sur, de América latina, del Caribe, en esa maravillosa
reunión que tuvimos en Cancún cuando por unanimidad apoyaron a nuestro
país la República Argentina en su reclamo de soberanía por nuestras
Islas Malvinas, (APLAUSOS) volvemos aquí, en nuestros 200 años, con
firmeza y convicción de saber que como sujetos del Derecho
Internacional, tenemos que respetar, precisamente, las normas a las
cuales todos, grandes y chicos, poderosos y débiles, tenemos que estar
sujetos como única forma de vivir en un mundo civilizado.
Yo
quiero convocar en estos 200 años a todos los argentinos a construir un
país en el cual todos podamos sentirnos parte de él, no solamente
porque se está en el Gobierno o en otro lugar, sino porque hemos sabido
superar diferencias y construir un proyecto estratégico que nos guíe
como fue este proyecto estratégico que tuvieron los patriotas ese 25 de
mayo de 1810.
Luego tuvimos muchas dificultades, muchos
enfrentamientos, muchas divisiones. La historia no se escribe muchas
veces sobre el renglón prolijamente y con letra clara, muchas veces la
letra es torcida y hay que escribirla igual.
Por eso, quiero
convocar con mucha humildad, con absoluta humildad a todos mis
compatriotas, no solamente a compartir un día que es el del
Bicentenario, sino a compartir los 365 días del año el esfuerzo de
construir una nación para todos. (APLAUSOS)
Todos los que
estamos aquí hoy, tenemos la suerte de poder valernos por nosotros
mismos, tener casa, tener seguridades que otros argentinos y otros
compatriotas latinoamericanos todavía no tienen. Por ellos, tenemos que
seguir trabajando con el compromiso vigente de estos hombres y mujeres.
Allí
está la historia de cada uno de ellos, al pie de sus retratos,
historias heroicas y también historias de exilios y de olvidos en
muchos casos. De olvidos, tal vez, en algún libro de texto de historia,
pero todos estos hombres y mujeres están definitivamente en el corazón
de sus pueblos y en la historia grande de la América latina.
En
nombre de ellos, muchas gracias, muchas gracias Rafael; muchas gracias,
Hugo, Lula, gracias Sebastián, Evo, Fernando, Pepe, Miguel Zelaya,
Martín Torrijos, muchas gracias por acompañarnos en el 200 cumpleaños
de la patria. (APLAUSOS) Gracias.
¡Viva la patria! ¡Viva Argentina! ¡Viva América latina!
Este blog lo hicimos el grupo compuesto por Tomás Lucena, Fernando Hurtado, Rodrigo Aguirre Detchemendy, Nahuel Cerucci y Rodrigo Manteola exclusivamente para la clase de educación cívica, solo con fines educativos.