Cumbre del mercosur del 2 de Agosto

Los Kirchner protagonizarán desde hoy una nueva cumbre del Mercosur como anfitriones, la última para el período de Cristina. El lugar elegido fue San Juan, donde el gobernador José Luis Gioja será el encargado de organizar el evento y donde probablemente se esté jugando la posibilidad de una candidatura a vicepresidente en una eventual fórmula con Néstor Kirchner. Sin embargo, dentro del capítulo económico, el tema principal a discutir será el pedido formal que realizará Brasil para que se acelere la posibilidad de tener más flexibilidad para discutir acuerdos de apertura comercial, especialmente con la Unión Europea (UE).

Igualmente, los presidentes y cancilleres del Mercosur tendrán obligatoriamente un tema internacional: el conflicto entre Venezuela y Colombia. De hecho, otra vez el eje de la cumbre pasará por el seguimiento de Hugo Chávez en tierras sanjuaninas. Se espera en este capítulo, una reunión privada entre Néstor Kirchner, en su rol de secretario general de la Unasur y el bolivariano.

De la cumbre, que se desarrollará en el Centro Cívico de San Juan, participarán los cuatro presidentes del bloque: Cristina, Lula, José Mujica y Fernando Lugo. También prometieron asistencia Evo Morales y Sebastián Piñera (este último sólo unas horas).

Esta mañana se concretará, además, el debut de Héctor Timerman como anfitrión, cuando comience con sus colegas los debates del Consejo del Mercado Común. El ministro tendrá que elevar el informe de la presidencia pro témpore que en esta primera mitad del año estuvo a cargo de la Argentina. Además, tendrán que terminar de cerrar la agenda y los documentos a rubricar por los presidentes del Mercosur y Estados asociados al día siguiente.

Entre ellos se encuentran «la eliminación del doble cobro del arancel externo común y el mecanismo de distribución de la renta aduanera», tras más de cinco años de negociaciones entre los integrantes del bloque, según indicó ayer el subsecretario de Integración Americana de Cancillería, Eduardo Sigal.

Según el funcionario, se aprobarán, además, unos ocho proyectos por alrededor de u$s 700 millones de dólares que van a «beneficiar fundamentalmente a Uruguay y Paraguay» y que «también se trabajará sobre dos obras de interconexión eléctrica y sobre proyectos de libre comercio con Egipto y Europa».

Por su parte, el designado embajador de Estados Unidos y actual secretario de Negociaciones Económicas Internacionales, Alfredo Chiaradía, señaló que de los casi 200 artículos del código aduanero «sólo hay dos artículos que aún no fueron consensuados, es el 1 por ciento del total».

Se espera, también, que Brasil pida más celeridad en el próximo semestre al bloque para discutir un eventual acuerdo de libre comercio con la UE, proyecto que comenzó a negociarse en marzo pasado sin muchas esperanzas de éxito. Ante el panorama, podría haber algún pedido formal y especial de Brasil para avanzar en una discusión paralela y directa con Europa.

Los presidentes irán llegando esta tarde al Aeropuerto Internacional de San Juan Domingo Faustino Sarmiento, y se espera que mañana antes de las 11 ya haya comenzado formalmente la cumbre. El encuentro será custodiado por unos 1.300 agentes de la Policía Federal y de la provincia de San Juan, una localidad que tiene por primera vez en su historia un evento de este tipo. De hecho, hasta anoche, varias delegaciones visitantes se quejaban de la falta de infraestructura hotelera y de telecomunicaciones. Igualmente se cumple una máxima de los Kirchner: darle el evento a un gobernador amigo. La cumbre anterior, con Néstor Kirchner como presidente, fue organizada por el gobernador de Tucumán, José Alperovich. En la cumbre de hoy habrá una importante ausencia: no habrá ningún representante de la oposición.

Esta noche, Cristina de Kirchner agasajará con una cena a los visitantes, y mañana, cuando finalice el evento, pasará la presidencia pro témpore a Lula. Cuando el brasileño organice hacia diciembre su propia cumbre, será la última en la que participe, ya que unos días después deberá entregar la presidencia a su sucesor.